La montaña tiene esas cosas, nos obliga a disfrutarla fuera de la casa.
Con un parque de 300 m2 que rodea la cabaña, se tiene todo lo necesario para jugar, descansar, comer y sobre todo estar en contacto con la naturaleza.
Una parrilla para cocinar como en casa, una terraza para tomar sol como en la playa, un fogón para asar como en el campo y un arroyo para el silencio como en un cuento...